Esto se me ocurrió, un día que no tenía mucho que hacer. Ahora, al cabo de haber pasado varios años, me he dado cuenta, de que tiene más significado del que supe darle en aquel momento. Tanto es, que me he puesto a observar, y he llegado a la conclusión: qué, andamos por el Mundo, un porcentaje muy elevado, vociferando, dando a entender -o pretendiéndolo-, que somos diferentes, a como en realidad somos. Lo peor de la cuestión, no es, que pretendamos el dar a entender que somos diferentes, si no, que nosotros mismos, nos creemos, que los demás, se han tragado todo lo que hemos pretendido, y de ésta manera, sentirnos más importantes.
Llegado este punto, creo, tener el deber, de hacer un aproximado examen de conciencia, y tener en cuenta, que es de obligación, del que sabe: enseñar al que no sabe; por otra parte, tiene la obligación, el que no sabe, de aprender todo cuanto pueda del que sabe.
No cansando más, con todo cuanto se puede convertir en impertinencia, al no comprender-lo suficientemente, por falta de las correctas y pertinentes explicaciones.
Deseo cuyo resto de vuestras vidas, nunca les falte, la más culminación de ¡¡FELICIDAD!!
Polinyà, Marzo de 2007.
Manuel López la Torre
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