sábado, 22 de mayo de 2010

DEMOCRACIA.

DEMOCRACIA, MI DESILUSIÓN Y LA DE MUCHOS.

Acostumbrados -Durante la Dictadura de Franco-, a oír, opiniones de todo tipo: en contra de la, Dictadura y a favor de la, Democracia. Una gran mayoría, estábamos esperando el final de la, Dictadura, y la llegada de la, Gran Democracia (Ahora los mismos podemos decir y asegurar la: Gran Desilusión y Engaño), cosa muy cierta lo de la desilusión, para un porcentaje muy elevado, ya que las contrariedades superan a las mejoras, en todos los sentidos.

SÓLO PARA POLÍTICOS Y MANGANTES:

La Democracia, sólo para POLÍTICOS Y DEMÁS MANGANTES, las personas normales y honrados, no tenemos más derechos que la obligación de aguantar todas las cargas que a nuestros "SANTÍSIMOS", dirigentes se les ocurran echarnos sobre nuestras espaldas. Por otra parte los "MANGANTES", pueden hacer y deshacer a sus anchas, todo cuanto se les pase por sus caprichos -no pasa nada-. ¡Ahora bien! Si alguna honrada persona, se siente perjudicada, herida o maltratada por algún "MALEANTE", ¡Ojito con lo que hace! Y en que sitio se mete, puede salir le por un ojo de la cara. No toquemos a estos que se dedican a matar: UNO de ELLOS, vale por el resto de todos nosotros juntos. Nosotros tenemos la obligación de respetar los derechos humanos: ellos sólo por la puerta de atrás, ya que al no ser así, entonces no reunirían sus condiciones de perfectos matones.

Por otra parte (Dejemos los ejecuta ordenes anteriormente referidos), y refiramonos a nuestros honrados políticos, llegan a ocupar cargos representativos y con responsabilidad económica: hacen y deshacen a su aire y sin ninguna obligación de rendir cuentas a nadie, cosa que le da pie (A poner su saca particular al nivel que le de la gana), a manipular los fondos que tienen a su cargo tal y como les venga en gana, sin tener miedo alguno a ser descubiertos sus buenos comportamientos lo mucho que les puede pasar es: tener que dimitir (Llevándose su saca repleta para el resto de su vida y los suyos), para dejar el puesto a otro honrado personaje, con su saca vacía y preparada para llenarla, lo más pronto posible por si alguien le empuje antes de tiempo.
Con los pocos datos reflejados, creo haber suficientes, para comprender perfectamente el porque la titulación del presente relato.
Polinyá, sin fecha determinada.
Manuel López la Torre

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