Quiero medir mis palabras, expresándome en la más correcta forma que me sea posible, procurando no herir a persona alguna:
Soy natural de Alcaudete -Jaén-, estoy en Catalunya, desde el año 1.960. Nunca me fue posible el ir a colegio alguno, hasta tener 68 años, que pude acudir o asistir a las clases de adultos, en la localidad donde resido. Mi idioma o lengua, como a de entenderse, en mis primeros años, fue el castellano andaluzado. Cuando llegué a Barcelona, procedente de Palma de Mallorca, donde hice el servicio militar, no tenia pizca de conocimiento del idioma CATALÀ. En aquellos días, en los trabajos, siempre había quien hablaba en CATALÀ, cuando yo, tenía necesidad de comunicarme con alguno de ellos, siempre me atendían en castellano. Con mi anterior explicación, sólo quiero decir que nunca tuve la necesidad de verme obligado a tener que chapurrar el CATALÀ: pero no por eso, cuando había quien me decía alguna palabra en CATALÀ yo, no dejaba de pedir explicación de qué significaba -forma que llegué a utilizar-, hoy en día, tanto me da que me hablen en un idioma o en otro. Pero hablar el CATALÀ, para mí, casi es imposible, mi pronunciación es tan mala, que me siento incapaz y no digamos escribirlo, mucho más imposible a mi edad -75 años-, no tengo que dar muchas explicaciones, para que entienda la persona más exigente de las exigentes, que mi inclinación a de ser hacía lo que más domino. Bien, ahora después de haber dado mis pertinentes explicaciones aclaratorias, paso a dar mi punto de vista, sobre el CATALÀ y castellano:
Durante la dictadura: la enseñanza del CATALÀ, estuvo prohibido. Una vez entrada la DEMOCRACIA, el CATALÀ: fue reconocido y autorizado a ser enseñado en los colegios, en iguales condiciones que el castellano. Que yo, recuerde, nadie protestó, de que así sucediera: en caso de que hubiese habido alguien que pensara y considerará que el enseñar el CATALÀ, no era correcto, se le puede considerar un desconsiderado y a cérrimo necio. Pero: no se puede considerar más inteligente, a nadie que no considere correcto el enseñar o mejor dicho seguir enseñando en Catalunya, el castellano. Que yo, sepa, nadie se opone al CATALÀ, pero si he oído voces en contra del castellano.
Yo, les pregunto a cuantas personas se puedan oponer a la enseñanza del castellano, en Catalunya, si ellos: ¿Conocen el castellano y lo hablan? ¿Y si en alguna ocasión, le ha servido de algo? Si lo conocen, lo hablan y en alguna ocasión le ha servido de algo: vuelvo a preguntar ¿Por qué y a quien, quieren penalizar a no hablarle? Si antes no se hubiese enseñado el castellano: los catalanes y catalanas, que trabajan fuera de Catalunya ¿Tendrían ocasión de poderlo hacer? ¡Oh bien! En esto no piensan ¿Es que les da igual?
Los pueblos en general, se puede decir, que estamos más que arreglados, con muchas de las decisiones, que suelen tomar los superdotados -la mayoría- de los políticos.
Con todo lo que antecede, sólo pretendo, exponer mi débil y pobre forma de considerar la mayoría de las cosas tomadas o decididas a la tremenda. Puedo decir con toda seguridad -el que no esté de acuerdo, que me lo razone-, que el promover y defender el idioma CATALÀ: no quiere decir, que se tenga que poner nadie en contra de otro, el cual es útil y nos puede ayudar a desenvolvernos en nuestra cotidiana vida. Para ultimar, espero, que los posibles lectores del presente: le puedan dar el mismo sentido, que yo, le he querido dar al escribirlo.
Polinyà a: 24-09-2.011
Hora: 13'10
Manuel López la Torre
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