lunes, 5 de septiembre de 2011

LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

                                               LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
Todo se puede reformar y todo se debe reformar, siempre y cuando halla necesidad y motivos para tener que hacerlo. Nunca, se puede hacer y mucho menos la "CONSTITUCIÓN". La "CONSTITUCIÓN", lo que hay que hacer es, cumplir al pie de la letra, todo su contenido, y no inventarse motivo alguno inexistente, para llevar acabo hechos innecesarios y de esta forma esquivar las responsabilidades que han tenido en todo desastre que ha derivado de sus incumplimientos como dirigentes.

La "CONSTITUCIÓN", en su articulado, queda muy claro y especificado: que las autoridades adecuaran las necesarias leyes, para que las cosas se desarrollen correctamente y poder evitar las posibles incorrecciones. En la "CONSTITUCIÓN", que yo, recuerde -en cuantas veces la he leído-, nunca he podido leer, en ninguno de sus artículos: que a la primera de cambio, que las competentes autoridades -yo diría incompetentes autoridades-, arreglen sus torpezas, recurriendo a reformar la "CONSTITUCIÓN" y después no hacer las necesarias leyes, que obliguen -mande quien mande- a realizar las cosas, se trate de lo que se trate,con la más correcta seriedad, formalidad y honradez que el dirigir una Nación o País, requiere y no venga nadie con insolencias contando dicharacherías, dirigidas a los menos culpables y más perjudicados: con escala de menos a más, según baja el poder adquisitivo, y que no somos otros qué, el pueblo sano y llano.

El conjunto de personas que formamos el "Pueblo en General", y que no participamos directamente -o militamos- en ninguno de los partidos políticos existentes: y qué, en realidad, no hay que realizar mucho esfuerzo, ni ser un superdotado, ni estar versado en ciencia alguna, para poder comprobar en qué, han empleado su valioso tiempo. No se puede decir que han perdido el tiempo. Lo que si se puede decir con toda claridad es: qué, lo que ha quedado perfectamente demostrado, no es otra cosa que el sistema que han empleado, y no deja de ser el que dice: primero yo, luego yo, después yo y siempre yo. Que no se espante nadie de cuanto escribo, no escribo ningún disparate, intento explicar lo que está al alcance de cualquiera, que reparé y observe, puede comprobar la realidad. Con lo que antecede, queda muy claro, que en realidad, sólo han realizado lo que le ha dado tiempo de hacer, mirándolo bien, 30 años, son 30 años, pero también pasan y tenemos que tener en cuenta que para conseguir las penurias de pensiones que han conseguido para ellos, sólo con dos legislaturas, y por otro lado reformar las normas -no de ellos- para elevar 2 años la edad de jubilación. Reparando seriamente, yo, no me atrevo a denominarles de ninguna manera -podía quedarme corto y serviría de risa-, lo dejo para personas más preparadas, que determinen el adjetivo calificativo que se pueden merecer... ¿Como?

Ahora, paso a dar la opinión de lo que hace algún tiempo se me posó en la cabeza o mente, y es la siguiente: -teniendo en cuenta lo expuesto en el presente escrito- Creo que ya, es hora, que nos olvidemos de una vez y por todas de cualquier denominación política, está más que demostrado que los hechos -en lo que llevamos en democracia-, no guardan relación con las siglas de los partidos a los que pertenecen los Gobiernos. Quiero decir que las palabras izquierda y derecha, en realidad sólo son usadas como tarjeta de presentación, hacen como con las prendas de vestir de las campañas electorales, las archivan y hasta la próxima:cogen el hacha de talar y hacer leña, caiga lo que caiga, y si los fondos no llegan, a subir los impuestos. Si las cosas llegan a los extremos que hoy en día nos encontramos, a reformar la "CONSTITUCIÓN", y tan panchos. El día que digan de vender España,lo harán, para eso son dueños y señores de la misma.

Polinyà a: 01-09-2.011
Hora: 21'25
Manuel López la Torre

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