Hay que ver, como está el tráfico de drogas, en nuestra España. Querida por unos y odiada por otros. Se puede decir, que no somos todos drogadictos, porque meramente no, nos da la real gana: posibilidades tenemos más que sobradas; para practicar la sana costumbre, de drogarnos a diestro y siniestro. Disfrutar de esa gozada: creadora de asquerosas vidas. Donde nos quieren meter nuestros expertos dirigentes. Para luego cuando estemos enganchados a la "TELA DE ARAÑA", sin capacidad de poder salir de ella, de ninguna de las maneras. Ellos nos puedan manipulas a su antojo: facilitándonos cuanta droga necesitemos y al precio que ellos crean conveniente: con el fin, de poder ahorrar -ellos-, algunas perrillas, para el día de mañana, cuando se marchen de España: ya que su fin es, o será, el marcharse a otro lugar; para poder vivir, sin calentamientos de cabeza de ninguna clase: su categoría en ese momento, no les permitirá vivir de cualquier manea.
Digo todo lo que antecede, por mis pequeñas sospechas, derivadas, también de mis pequeñas observaciones. Cuando dan a conocer, que han detenido a unos cuantos traficantes de drogas: componentes de cuerpos para mantener el orden y terminan juzgandoles, como si fueran personas normales de la calle: justificando ante el pueblo en general, que no dejan de ser personas, y las personas, hay que tener en cuenta que no somos perfectas.
Las personas que han sido preparadas para mantener el orden, de todos aquellos que puedan salirse del mismo orden: que no me venga diciendo nadie, que si son ellos los que se meten, o hacen alguna incorrección, se les consideren personas de la calle. Estas personas, deben de recibir una ejemplar corrección. Al no ser así, hay que dejar de creer en la "DEMOCRACIA", y pasar a creer en la "PANCIGRACIA", sin más.
Espero, no haya nadie que piense que me paso con las palabras que utilizo, creo quedarme corto, ya que son cosas para tomarlas -pero qué- muy en serio.
Polinyà a: 14-11-2009.
Hora: 19'20
Manuel López la Torre
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