A LOS COMPONENTES DE LAS SGAE
Tengo tantas dudas, sobre lo que representan las siglas SGAE, yo, como cualquier otro, lo primero que se, es qué: las siglas SGAE, forman las palabras que corresponden o enmascaran y son: "S" sociedad, "G" general, "A" autores y "E" Editores: hasta ahora todo correcto. Ahora yo, pregunto ¿Por qué dichas siglas no pueden decir: "S" sociedad, "G" general, "A" agricultores y "E" españoles? Y cobrar en la misma proporción y escala -que exigen y cobran los primeros-, todos los productos derivados de sus trabajos. Pongo como ejemplo los agricultores, ya que dichas siglas coinciden: creo y comprendo, que si existe un grupo denominado autores y editores, artísticos, culturales y tienen un sistema organizado que determina que tienen derecho a cobrar unos porcentajes derivados de las tasas cobradas por la llamada SGAE. Ahora es, cuando cabe el preguntar: ¿Si existe un oficio autorizado a organizarse y determinar que sus productos resultantes de sus trabajos, les da derecho a obtener unos beneficios durante toda su posible existencia y camino a recorrer durante como mínimo 50 años? ¿Por qué, no existen los mismos derechos, para todos los oficios, y de igual forma, que les de derecho a obtener los beneficios que les correspondan en todas y cuantas operaciones deriven de los productos conseguidos con su trabajo físico y que los precios cambien a más, con relación al precio de origen?
Tengo tantas dudas, sobre lo que representan las siglas SGAE, yo, como cualquier otro, lo primero que se, es qué: las siglas SGAE, forman las palabras que corresponden o enmascaran y son: "S" sociedad, "G" general, "A" autores y "E" Editores: hasta ahora todo correcto. Ahora yo, pregunto ¿Por qué dichas siglas no pueden decir: "S" sociedad, "G" general, "A" agricultores y "E" españoles? Y cobrar en la misma proporción y escala -que exigen y cobran los primeros-, todos los productos derivados de sus trabajos. Pongo como ejemplo los agricultores, ya que dichas siglas coinciden: creo y comprendo, que si existe un grupo denominado autores y editores, artísticos, culturales y tienen un sistema organizado que determina que tienen derecho a cobrar unos porcentajes derivados de las tasas cobradas por la llamada SGAE. Ahora es, cuando cabe el preguntar: ¿Si existe un oficio autorizado a organizarse y determinar que sus productos resultantes de sus trabajos, les da derecho a obtener unos beneficios durante toda su posible existencia y camino a recorrer durante como mínimo 50 años? ¿Por qué, no existen los mismos derechos, para todos los oficios, y de igual forma, que les de derecho a obtener los beneficios que les correspondan en todas y cuantas operaciones deriven de los productos conseguidos con su trabajo físico y que los precios cambien a más, con relación al precio de origen?
Ahora paso a explicar, una sospecha dudosa que me surge y que forma parte de mi repertorio de dudas: Este sistema de obtener derechos de los productos después de haberlos vendido ?Qué es, sólo para personas despabiladas y vividoras? Puede que mi ignorancia sea tal, y no me percate, del dicho el cual dice: tienen derecho, pero si no reclaman, mejor que mejor. Siguiendo mi ejemplo de los agricultores yo, pregunto: ¿Como es posible y permisible, que los precios en origen de los productos agrícolas, sean de miseria, con relación al coste de producción? Y por otro lado, en los puntos de venta, de cara a los consumidores, sean tan exageradamente elevados. Nunca podré entender, que unas cosas estén tan controladas y otras tan disimuladamente descontrolado -por no decir descaradamente abandonadas-, no se, si en mi forma de expresarme, me puedo exceder en algún momento, o por lo contrario, me quedo corto: para mi, es lo segundo.
Una vez más vuelvo a las SGAE. Comprendo que si existen sus motivos habrá, pero una cosa es, que existan para proteger las propiedades, y otro cosa es, explotar las obras cuando han perdido el derecho de autor. Cosas muy sonadas: Prohibir a las Tunas sus actuaciones, si antes no pagan derechos de autor. El más extravagante y atrevido, el caso de Zalamea de la Sirena -Badajoz-, el atreverse los dirigentes de las SGAE, a reclamarles retrospectivamente, los derechos de autor, por la interpretación de los vecinos del lugar, de la obra escrita por Calderón de la Barca, Pedro en el año 1651 El Alcalde de Zalamea. Vuelvo a preguntar: ¿Zalamea de la Sirena, qué beneficios a recibido en los años trascurridos, por utilizar el autor el nombre del Pueblo y el de sus Autoridades? Puede que estas cosas no cuenten, o bien le puedan exigir después de su utilización que tienen que pagar por la propaganda hecha a través de la obra. Sería sólo lo que faltaba, para colmar el vaso.
Por último: Me encantaría saber, cuanto y a quien, pagan estros autores asociados -defensores acerrimos de sus trabajos-, por utilizar todos los artículos -resultantes del trabajo de otros autores-, tales como: mesa, silla, lápiz, bolígrafo, ordenador, impresora y una posible larga lista de cosas que pueden utilizar, sin las cuales, le sería imposible el poder conseguir resultado alguno. ¿Por qué, a estos geniales autores, no se les despierta el sentido del respeto a los otros y reparten los beneficios obtenidos y en la proporción que corresponda, con los autores de los cuales ellos han utilizado sus productos, para conseguir el resultado de su proyecto?
Aquí dejo mi pesado relato, no quiero seguir molestando. Mientras estemos las humildes personas -creo hay un porcentaje muy elevado-, y que los vividores suelen llamarnos tontos. Para mi la humildad, no es miseria, tal como la define el diccionario. La humildad, no es otra cosa, que vivir la vida con los medios que se tienen al alcance, sin avaricia ni codicia, y con el máximo respeto a todo lo que le rodea.
Polinya a: 9-07-2.011
Hora: 21'00
Manuel López la Torre
Anexo:
En el día de la fecha, he leído la noticia de los ajeros de Jamilena. Caso que me apoya y aclara con referencia a mi exposición en el presente escrito, y en el segundo párrafo, sobre los productos agrícolas. Los costes de producción por kilo son 90 céntimos -según aclaran-, y el precio que les ofrecen y les quieren pagar es de: 27 céntimos. Cualquier persona, puede hacer cálculos, y saber el negocio que resulta; después ir a comprar un kilo de ajos, en cualquier punto de venta al consumidor y sobre-valorar la pequeña diferencia que pueda existir.
Polinyà a: 18-07-2.011
Manuel López la Torre
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