Hay que tener muy en cuenta:
Que cada año de nuestra vida, no deja de ser un constante cambiar de nuestro
todo. Las etapas de la vida, cada una de ellas deja marcada su huella, tanto en
padecimientos como en bienestar y al llegar a la de abuelos, los que tenemos la
gran suerte de llegar: Resulta que ha de ser uno muy torpe, para no haber acumulado,
en la mente las suficientes experiencias, como para saber distinguir el bien
del mal. Y así orientar a los pequeños nietos, siempre hacia el bien y
desviarlos del mal, suficientes motivos para que después ellos sepan distinguir
las orientaciones de unas personas y otras.
Polinyà: 16-08-2017
Hora: 18’08
Manuel López la Torre
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